Entender cómo funciona el cuerpo para mantener el control postural es necesario para que un clínico pueda reconstruir cómo el dolor puede tener un efecto perjudicial sobre el equilibrio. El control postural se ha definido como el acto de mantener, lograr o restablecer un estado de equilibrio durante cualquier postura o actividad. Por desgracia, los tres sistemas que trabajan juntos para mantener el equilibrio pueden verse afectados por diversas razones. Por ejemplo, la eliminación de la información visual (debido a ceguera, cataratas, etc.) puede aumentar la dependencia de los sistemas propioceptivo y vestibular. Las alteraciones del sistema propioceptivo (debidas a dolor musculoesquelético crónico o neuropatía), por ejemplo, pueden limitar la amplitud de movimiento, obligando a depender más de los sistemas visual y vestibular para mantener el control postural. Afortunadamente, hay formas de mejorar el equilibrio que pueden influir directamente en el dolor crónico. Utilizamos técnicas de liberación miofascial, una forma de tratamiento en la que el alivio de la tensión miofascial se consigue aplicando presión (una técnica de tipo masaje) en los puntos gatillo miofasciales, que son zonas sensibles en bandas discretas y tensas de músculo endurecido que producen síntomas como dolor y rigidez. Otro componente del tratamiento integral del dolor es la intervención nutricional. El importante campo de la kinesiología es un eslabón vital para comprender mejor, tratar y desarrollar resultados de tratamiento para este enfoque de modelo biopsicosocial. Le visitamos dondequiera que se encuentre en Ibiza.